08 octubre 2006

Panorama sexual de Nueva York - 8.10.2006


En primer lugar, debo disculparme por la demora, pero tenía buenos motivos para esperar prudentemente hasta el momento en el que tuviera suficiente material para escribir algo interesante. Explico: Tony y yo pactamos que la entrega de hoy (atendiendo a pedidos) tendría que tratar de sexo. Y como yo vivo en la ciudad que se considera, por obra y gracia de una serie de televisión, un paraíso de la fornicación, me tocaba disparar primero. OK. Pero yo tenía un problema de fondo: como buen y fiel hombre casado, puedo deciros que el sexo en Nueva York no viene siendo muy distinto del sexo de Barcelona... Así que he tenido que lanzar mano de mis viejos estratagemas (el famoso "cuéntame, cuéntame" que tanto le gusta a Monsieur Fernández) para recoger información entre mis conocidos solteros, auténticos protagonistas de la batalla sexual que se libra en las calles de Manhattan...

La primera conclusión a la que he llegado es que la cosa no está nada fácil por aquí. Los estudiantes incluso lo tienen un poco mejor montado - al final, entre tanta fiesta universitaria con bebida barata, algo puede caer si tienes algo de iniciativa y estás dispuesto a hacer de las chavalas extranjeras de paso tu coto de caza. En esto, mis paisanos brasileños casi siempre se sacan un sobresaliente. Con novia o sin novia esperando en casa, ellos vienen aprovechándose de la imagen de "gente alegre" para enredar a mucha europea y sudamericana a base de "caipirinhas". Están en la pole-position (por cierto, ¡viva Alonso!) y trabajan a contrarreloj: el invierno se acerca y la gente de los trópicos empieza a preocuparse con tener calor humano en las frías mañanas de Nueva York...

Los europeos están pasando sin pena ni gloria. Son pocos y no se ponen de acuerdo acerca de señas de identidad comunes que podrían servirles para montar una fiesta aceptable. Como Europa misma. Y los yanquis están en su mundo aparte: enredados en su mundo competitivo, la verdad es que ellos no se llevan bien ni entre ellos. Igual están metidos en sus habitaciones tratando de comunicarse con la gente por su MySpace o Facebook, o cuidando de sus "yos" virtuales (ahora hay unas páginas web que te permiten vivir una vida alternativa, como el juego de los Sims). A veces alguno aparece, pero casi siempre su aparición se debe a alguna chica lista que ya se ha dado cuenta de los LL.Ms no molan y que la buena inversión de futuro es un estudiante de Derecho de tercer año...

Aparte esto, hay cosas que también condicionan la caza sexual entre los universitarios: la primera es el dinero, aunque poca gente habla abiertamente de ello (el rollo "pobre" se vende mal). Como las cervezas te pueden costar entre 6-9 dólares por ahí (sin "tip"), la vida de soltero te puede salir muy cara... Pero es que todo puede salir caro. Si hiciéramos una simulación de lo que puede costar el proceso de la seducción en NY, podríamos tener: a) ir a la fiesta "guay" del fin de semana (taxi, entrada, bebidas y taxi otra vez: 30-40 dólares); b) llevar a una chati a cenar por ahí (en un algún sitio que salga en la guía Zagat como más o menos "fancy"): unos 100-120 dólares, si te atreves a dártelas de caballero e invitar a la dama y si te atreves a tomar vino en vez del agua te ponen grátis...; c) copas en un lounge de SoHo (cerca de la residencia, para facilitar la preparación de la jugada posterior) - 25 dólares. O sea: el sexo se compra caro en Nueva York, y no hay descuentos para estudiantes.

En el mundo de los jóvenes profesionales de NY, el tema debería estar un poco mejor. Al final, hay bastante más dinero en juego. Ya. Pero lo que me han contado es lo siguiente: en las empresas, las políticas respecto del acoso sexual han terminado por poner límites estrictos al flirteo galante entre fotocopiadora y cafetería, y la verdad es que en el trabajo se liga más bien poco. Queda la opción de buscártelo por ahí: al final, hay un montón de bares chulos jóvenes profesionales, y si las tías de Sex and the City se ligaban a medio Upper East Side por ahí, tampoco puede ser tan difícil... Pues no. En palabras de una chica española veterana en NY, la vida sexual en Nueva York es "como Sex and the City pero sin el sex". O sea: que la cosa está bastante mal. O los tíos no te entran o si te entran, están interesados en tu networking... Y nadie quiere joder un buen networking...

Por el momento, este es mi informe sobre la actividad sexual en la Isla. Seguiré preguntando y preguntando por ahí...

Ahora algunos comentarios sobre lo que se viene cociendo en los Estados Unidos:

- Política - la semana pasada, se ha revelado que un diputado republicano de Florida había enviado mails de contenido erótico a chavalines pro-republicanos. En alguno de los mails, llamaba a algún chiquillo "mi semental". Considerando que se trata del partido anti-aborto, pro-vida y anti-gays, podría esperarse una condena enérgica. Pues no. El partido trató de encubrir el escándalo en mejor estilo "cosa nostra". Las elecciones al Parlamento están a la vuelta de la esquina, y mucha gente cree que los Demócratas se harán con el control del Congreso de los Diputados estadounidense. Ya veremos...

- Más política - esa semana se ha publicado el nuevo libro de Bob Woodward, el periodista del Washington Post que en su día fue uno de los artífices de la caída de Nixon. Se llama "State of Denial" y deja a Bush, Condi, Rumsfeld y amigos muy mal parados. Dice que la Casa Blanca tenía información sobre la inminencia de un ataque terrorista antes del 11-S y no hizo nada. Lo más duro es que Woodward escribió, hace algunos años, un libro llamado "Bush at war" en el que hablaba de Bush y a su equipo de una forma mucho más favorable. Por ello, "State of Denial" se ha recibido como una verdadera bomba... Yo lo compraré y lo comentaré en mis próximas entregas...

- Cine - el viernes fui a ver la última película dirigida por Martin Scorsese. Es "The Departed", con Jack Nicholson, Leonardo DiCaprio y Matt Damon. Scorsese vuelve a temas conocidos: mafia, lealtad, etc. No es tan buena como "Uno de los nuestros" o "Casino" pero es mucho mejor que "Gangs of New York" o "El Aviador". He disfrutado muchísimo...

Un abrazo desde Manhattan,

Iván Rabanillo

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